Día: 4/11/06
Espectadores: 10.000 (aforo completo)
Duración: 1h:45min
La tarde lluviosa y gris; el concierto de Barcelona del día anterior suspendido, al parecer, por problemas logísticos; la fila para acceder al recinto descomunal (40 minutos de espera llegando con una hora de antelación); es decir, en principio nada parecía presagiar el excelente concierto que vivimos anoche (quizás lo único el ver a la gente con ganas y buen humor). Pero el concierto fue perfecto. De telón de fondo uno de los cuadros que ilustran el cd 10.000 days. Delante, a la altura del escenario y detrás de los músicos, 4 pantallas donde se proyectaban imágenes oníricas, angustiosas, hermosas,… que servían para ilustrar cada una de los temas que iba desarrollando la banda sobre el escenario.
Danny Carey, con pantalones cortos y camiseta de los Lakers (son californianos), un morlaco y un animal de la batería, con precisión, tacto y contundencia. Justin Chancellor, el bajista, desmelenado y sin parar de moverse en todo el concierto, es para mi de lo mejor del grupo. Parece mentira que el bajo sólo tenga 4 cuerdas. Adam Jones, el guitarrista, hierático, sin moverse lo más mínimo salvo en algún ocasional paseo, iba creando las atmósferas y efectos sobre la sólida base de la batería y el bajo. El cantante, Maynard James Keenan, con el torso desnudo, pantalones ceñidos, cresta roja y máscara de gas en la que llevaba incrustado el micrófono, estuvo en un segundo plano, a la altura del batería, sin apenas acercarse al frente del escenario ni dirigirse al público y, sin embargo, transmitiendo mucho. Cantando, susurrando, entonando, gritando,…de forma perfecta.
En resumen: visualmente el espectáculo fué muy bueno y estuvo muy cuidado; el sonido fue bastante bueno, técnicamente no se puede tocar mejor (hubo unos cuantos temas que fueron realmente humillantes para los que alguna vez nos hemos subido a un escenario a tocar en directo). Corto, muy corto, se me hizo muy corto. Yo quería zambullirme en ese mar tormentoso de sonido e imágenes una vez más, pero todo se acaba (1h:45min de concierto con descanso sobre el escenario en medio).
Para muestra, un botón.
Orris Lavazur
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